Siempre fui una persona un poco inquieta que le gusta buscar nuevas aventuras, pero la curiosidad de vivir en otro país comenzó despertarse posterior a un viaje de vacaciones que realice por Australia y Nueva Zelanda cuando estaba a 1 año de terminar la universidad en el 2014.
Ni bien terminé de estudiar empecé a buscar el destino en el cual me iba a aventurar. Mi idea era un lugar en el que se hable inglés ya que era imprescindible para mi aprovechar el viaje para mejorar mi nivel. Nueva Zelanda calzaba justo con esto ya que además había estado por ese país y lo tenía en mente, frustrada esa posibilidad por no haber tenido la suerte de obtener la visa WH, pensé en Australia, lo cual no fue posible ya que no contaba con el nivel de inglés necesario para aplicar a esa misma visa.
Irlanda no era la primer opción pero enseguida recordé a un amigo que me había ofrecido ese destino varios años atrás. Así que me puse en campaña, a averiguar en internet y a comunicarme con gente que había estado en Irlanda o que estaba actualmente en el país y las referencias eran todas buenas, en ese momento empecé a sentir que mi próximo destino estaba cerca.
En mi caso a toda persona a la que le comentaba, principalmente mis familiares, me decían que ni lo pensara, que no había nada para perder. Se lo comenté a mis amigos de facultad, se empezaron a entusiasmar y poco a poco nos fuimos convenciendo cada vez más, hasta que fuimos 5 personas las que nos decidimos a hacer el viaje. En ese momento comenzó la tarea para todos nosotros de ahorrar peso a peso y para algunos otros de vender alguna que otra pertenencia para financiar el viaje.
La fecha se fue acercando y la ansiedad fue cada vez mayor hasta que llegó el momento de comprar el curso, a partir de ahí dejó de ser un plan y se transformó en una realidad. En ese momento empezó la tarea de comprar aéreos, que para nuestra suerte compramos muy pero muy barato, comprando en dos tramos, un aéreo directo Montevideo-Madrid y un vuelo aparte para el otro tramo Madrid-Dublín por Ryanair.
Cuando quisimos acordar el momento había llegado. Ese día copamos el aeropuerto, 5 personas con sus respectivas familias y mucha foto, la felicidad nuestra y las expectativas en ese momento son inexplicables. Luego de largas horas de vuelo arribamos en Dublín, y al principio debo admitir que nos pareció una ciudad extraña o quizás no nos imaginábamos como era. Como no podía ser mejor nos recibió con el ultimo día de la beer fest, y fue ese día entonces que probamos nuestra primera pinta de Guinness (creo que está hecha exclusivamente para los Irish) porque prefiero cualquier otra cerveza lager a tomar Guinness.
Ya estaba acá, todo nuevo, todo raro, de a poco vas cayendo y poco a poco Dublín empezó a gustarme cada vez más. Las primeras semanas caminé como nunca había caminado en mi vida, fueron semanas increíbles pero a su vez bastante duras buscando alojamiento, vinimos con la idea de alquilar una casa grande para todos nosotros hasta que caímos en la realidad que quizás para el primer tiempo en Dublín lo más fácil y lo mejor seguro, era separarnos en casas compartidas. Así fue que, 3 de nosotros nos fuimos a distintas casas, mientras que los otros 2 viven juntos y con más personas en otra casa. Al poquito tiempo ya todos estábamos trabajando y tuvimos bastantes ofertas de trabajo lo cual es algo que me llamo mucho la atención.
La vista es increíble, enormes iglesias y construcciones antiguas adornan las tardes grises de Dublín y cientos de pintorescos bares, algunos con música tradicional del país, que te esperan para tomar una pinta a cualquier hora del día.
Algo curioso, que llamó mucho mi atención es la cantidad de inmigrantes, sobre todo de Latino América y más precisamente de Brasil, es muy común cruzarse con brasileros por todas partes.
Como anécdotas y para demostrar que acá las leyes se deben cumplir, un día saliendo de trabajar en mi bici sin luces, ni chalequito y hablando por celular, me detiene la garda (policía), se bajan del auto y me dicen todo lo que estaba haciendo mal. En ese momento sacan un chaleco y luces y yo muy ingenuo pensé, “ohh que bien estos Irish me van a regalar un chaleco y luces”, hasta que me pidió mi nombre, mi dirección y me dijo que me iba a llegar una multa a mi casa de 60 euro y entendí todo. A dejar la “viveza criolla” de lado.
También es un destino estratégico a la hora de recorrer Europa y tienta mucho ya que se puede encontrar en Ryanair vuelos a partir de 8 euros, aún no he recorrido mucho ya que me estoy dedicando a conocer primero Irlanda pero tengo en mente aprovechar y viajar bastante por Europa.
No es mucho el tiempo que hace que estoy en Irlanda, 3 meses recién, pero ha sido una experiencia increíble hasta el momento, estoy muy conforme con mi progreso en el aprendizaje de inglés y cuando logre el nivel que deseo pienso moverme hacia otro destino ya que mi idea es continuar viajando.
Que los miedos no les ganen a sus deseos ya que creo que la experiencia de viajar es increíble, hay mucho para aprender y madurar viajando. Si Irlanda esta entre sus destinos, quieren mejorar el inglés y lo están dudando, yo en mi experiencia personal se los recomiendo y les aseguro que he conocido a mucha gente en este tiempo, y ni una sola persona que se arrepienta!